Cosecha en Carcastillo.

Hace 99 años: Recordando tiempos pasados. ( Carcastillo).

            Repasando las notas de nuestro corresponsal en Carcastillo, sobre la cosecha que se avecinaba ese año,( 1906), afirmaba que muchos labradores se habían provisto este año de máquinas para “ profligar”( destruir) la mies en menos tiempo, puesto que la cosecha era buena” en toda la extensa jurisdicción de esta localidad, con miles y miles de robadas”. ( Diario de Navarra, 20 de Julio de1906).
            Haciendo un inciso, es curioso que, con fecha de 18 de Abril de ese mismo año, aparecía un anuncio en el Diario de Navarra, en la que el mecánico-carpintero, Julián Pla, de Carcastillo,( Navarra), anunciaba un “ Trillo mecánico, a prueba, para 1,2 y 3 caballos, que antes construíamos con chapas de hierro, y, ahora, se construye de acero, material encargado expresamente al extranjero, con el propósito de facilitar al labrador comodidad y economía de fuerza”. Precio de 150 a 350 ptas.

            Muchos recordarán los fajos de cereal, desparramados en la “era”, conducido por yeguas, caballos, machos y mulas, bajo la guía experta del cosechero, que los fustigaba, encima del trillo, dando vueltas y más vueltas, sobre la mies desparramada y esparcida. ( La artesanía no ha estado nunca reñida con la maquinaria, entre otras cosas, porque tienen un origen común, que es la creatividad para hacer las cosas mejor, según las circunstancias).
            El Corresponsal hace mención especial, en este Julio de 1906, de dos Trilladoras, de la casa de D. Alberto Ahlés, de Barcelona, una de ellas, contratada por D. Benito Garde, D. Leoncio Esténoz y D. José Mª Arbeloa.
            La otra, era propiedad de  D. José Iturralde , D. Francisco y D. Miguel Urrutia, cuyo importe alcanzaba la respetable suma de 25.000 ptas.
            Añade el Corresponsal que” estos emprendedores” han construido, además, un pajar amplio, y capaz de guardar 400 vagones de paja, a la izquierda de la carretera, en Arrabales, y, junto al pajar, han añadido una era, para contener la mies de alimentación para la trilladora”.
            Y añade, “ a la trilladora se le ha agregado un elevador de paja que, a través de un sencillo mecanismo, movido por la fuerza( a vapor), eleva la paja a 3 m. de altura, y, por una ventana del pajar, desciende la paja a su destino”.

                        No es extraño que, en un pueblo tradicionalmente agrícola, con una extensión jurisdiccional considerable,( en la actualidad, 97’4 km cuadrados), y que, entonces, vivía prácticamente del cereal y de la vid, en menor proporción, hayan aparecido, en el trascurso del tiempo, el primer braván de vertedera, los arados de desfonde,( 1914, con “ La Agrícola”), la primera segadora mecánica, el primer tractor con ruedas de hierro. No, en vano, se le consideraba, entonces, “ la zona de más producción de cereales de la Provincia”, (Diario de Navarra, 5-2-1915). Julio Altadil, califica a esta zona como el “ Granero de Navarra” .
                        Me viene a la memoria un dato significativo posterior: En la década de los 70,( 1970 y ss.), en uno de mis escritos, constataba la cifra de 81 cosechadoras y 170 tractores en Carcastillo.
                        Conviene, a mi parecer, desde la perspectiva actual, echar la vista atrás, para ver el discurrir diario de la gente de nuestro pueblo, y recordar tiempos pasados, que, al fin y al cabo, es lo que constituye la historia de nuestra villa.

                                              

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