Carcastillo. (Año 1554 y ss...)

Libro de Receta de la Villa de Carcastillo, Año de 1554.Analizando el año de 1554, en nuestro pueblo de Carcastillo, el libro de renta y gasto de la Villa, siendo Alle Juan Andía, podemos deducir unos cuantos rasgos que hacen referencia a las costumbres y vida de nuestros “ mayores” en esta época:( Archivo General de Navarra. Cuentas Mucnjcjpales de Carcastillo).

             Había jurados por los Hijosdalgo y jurados por los labradores, se supone sacados por “ insaculación” de dos bolsas diferentes , sacados cada año en el” día de las Candelas”, el 2 de febrero, con una duración de un año, hasta las Candelas del año siguiente, en la sala del Concejo.
            Existía la persona del Clavero o bolsero( tesorero) de las cuentas, la figura del “ cogedor de la Pecha”, la del “ corredor”, así como el” escribano” de los dichos jurados.
                        Está claro que había unos ingresos que provenían, por una parte, de los diversos arrendamientos de establecimientos que pertenecían al pueblo, y el Concejo los arrendaba, durante un tiempo determinado, mediante subasta realizada en la sala del Concejo, en el que se reunía la gente que quería “pujar”. Para ello, se encendía una Candela y la gente podía pujar y rematar hasta que “ muriera” la Candela.
           
Los arriendos que hacía el Concejo eran en esta época:
                        - Arriendo de la Posada, establecimiento en el que se servían comidas y bebidas y se daba posada a los viandantes y comerciantes que pasaban por el pueblo mercancías, a través del Peaje que había en la Villa, donde los comerciantes tenían que pagar unas tasas por los productos que “entraban” y salían del reyno, ya que Carcastillo era uno de los pasos fronterizos hacia el Reyno de Aragón, y de Aragón al Reyno de Navarra.(Calle Posito).
            En esta posada, suponemos, el pueblo daría acogida a los compromisos que el Concejo tenía con diferentes personas, notarios, escribanos, predicadores.. etc., y a los pastores que, por entonces, se dedicaban a la transhumancia y arrendaban las yerbas para sus ganados.
            El vecino que se hacía cargo de la Posada, se comprometía a unas condiciones que el Concejo le imponía, y pagaba una tasa determinada. En este año de 1554, el arriendo corrió por parte de dos personas, Juan de Mendi y Pedro P. El Royo, y pagaron concretamente 7 florines ( 28 reales).
            Había más de una panadería que el Concejo arrendaba también a las personas que pujaban en la subasta. Es de destacar, la importancia que tenían las panaderías en un pueblo agrícola como Carcastillo, en el que se sembraba, sobre todo, trigo, además de ser el pan, en aquellos años, elemento sustancial en la alimentación.
            Si analizamos las cuentas de este año, vemos cómo, en dos ocasiones, debido a la extrema necesidad en que se encontraban los vecinos, los Jurados y regidores del Concejo, con su Alle al frente, tuvieron que empeñar prendas de plata, y conseguir dineros, para satisfacer la necesidad que,  de pan, tenía el pueblo, y el Concejo se lo dio a los panaderos , para que hicieran pan para todo el pueblo.

Además la arrendación por parte de alguien de estos establecimientos, suponía un “control”, por parte de los representantes del pueblo, debido a las condiciones que se imponían en el contrato de arrendamiento. En el año de 1554, el arriendo de las Panaderías fue por parte de Miguel Pérez y Miguel Sanz, pagaron 21 florines ( 84 Reales).
            Había también arrendación de la Carnicería, por parte del Concejo, con unas condiciones estipuladas sobre los precios de cada una de las clases de carne, controladas por el Concejo; conocidas estas condiciones, se hacía la subasta pública, en la sala del Concejo, después de que se reuniera la gente interesada en ella, congregada a raíz del bando hecho público en la “ Placeta” del pueblo, por el Nuncio-pregonero; la gente podía pujar hasta que se apagara la Candela.
            En este año de 1554, la arrendación de la carnicería corrió a cargo de Juan Sánchez y Domingo de Santa Engracia, del día de la Santa Cruz de Mayo, en 26 ducados y medio, en que “murió” la Candela, al no subir nadie más, hasta los 30 ducados, en que había convenido el Concejo se daría.
            Existen varios procesos, pleitos, entre los arrendadores y el Concejo , por diversos problemas, que surgieron a lo largo del arrendamiento, por aquellos años y en años posteriores. Lo que queda claro es el control que había por parte del Concejo, acerca de los precios, de las carnes, clases, pesos, medidas y márgenes de ganancia.
            Había una taberna que se arrendaba, por parte del Concejo, para la venta de vinos, sobre todo, vino tinto y blanco. El año, al que nos referimos, el arrendador fue Julio de Estella, y pagó por el arrendamiento, 14 reales.
            También había arrendación de vino tinto y blanco, de la que se encargaba, el que se lo quedaba en la subasta. Hay que tener en cuenta, que, en Carcastillo, en aquella época, había bastante viña, y uno de los cultivos por los que lucharon los diferentes Concejos del pueblo, en aquellos años, fue el viñedo, roturando terrenos para poder plantar viñas.
            Por otro lado, el Mº de la Oliva, tenía abundantes viñedos, y uno de los pleitos que tuvo contra los de Carcastillo, fue porque el Concejo, vendía primero el vino del pueblo y en algún caso, se negaba a vender vino de la Oliva, en las mismas condiciones.
            Aquel año, la arrendación del vino tinto y blanco, corrió a cargo de pedro Andía, mayor, y pagó 13 florines( 52 reales).
            Se arrendaba, también, una tienda, por parte del Concejo, en la que se venderían las cosas más necesarias, que responderían a las necesidades del pueblo. Este año, se arrendó a Sancho de Baigorri por 5 florines( 20 reales).
 
            En aquella época, estaba de “barquero”, Baltasar Alfaro, vecino de Murillo el Fruto, que se ocupaba de pasar a la gente, en barca, en el trayecto del río Aragón, de Murillo a Carcastillo y viceversa. Aparte de esto, estuvo durante un tiempo encargado del Paso de las Almadías, por la presa.
Los Almadieros que bajaban por el río Iratí y río Aragón, con las fustas de Salazar y Roncal, a vender madera, tenían un paso obligado por la presa de Carcastillo; de ello, se beneficiaba el pueblo, por la arrendación del paso de la Presa, al paso de las Almadías, y también de alguna fusta que se vendía al Ayto., o que quedaba abandonada, debido a las inundaciones, y, posteriormente, se subastaba al mayor postor. En este año, Baltasar Alfaro, se quedó con la arrendación del paso de la Presa, de las Almadías, y pagó 6 ducados.

            De antiguo, los ganaderos de Salazar y Roncal necesitaban yerbas para alimentar el ganado, desde San Miguel a Mayo, y el Concejo, o bien, subastaba las yerbas, o vendía el pasto de algunas de ellas a los ganaderos.
             Por la yerba que vendió el Concejo de las hoyas de Santa Cruz a Domingo de Santa Engracia, pagó este, 12 ducados y 9 ducados, por parte de Martín Zubialde y Fortuño Gabari.
            Había unos campos del Concejo, en los que se sembraba, principalmente trigo, y el que los llevaba pagaba un tributo. Este año los llevaba Martín Real y pagó el tributo por llevarlos: 73 florines( 292 reales).
            Todos los años, los jurados, se daban una vuelta y observaban los fiemos, corralizas y majadas, y tasaban lo que se podían vender, en beneficio del Concejo. Este año de 1554, sacaron de provecho, para el Concejo, 5 ducados y 8 reales.
            Se ha hablado mucho de la Bardena, de la vegetación que había; sin entrar en la exageración de que fuera un bosque frondoso, sí que había y se podía sacar leña de ella, como lo manifiesta el ingreso, en 1554, en el Concejo, de la colecta de leña de la Bardena y de los carros con fustas a Pamplona, después de pagar los gastos.
         Estos serían en este año los ingresos que tendría el Concejo de la Villa de Carcastillo


                        Repasando los gastos, estos también nos muestran la actividad de los vecinos de la Villa, y algunas cosas interesantes de aquella época.

            El día de Santa Águeda , era costumbre inmemorial en Carcastillo, el que los mozos tañeran las campanas, y se les daba una cantidad, en dinero, por hacerlo. ( En 1554, se les dieron 5 groses).
            Muchos de los gastos se refieren a vecinos comisionados por el Concejo, para realizar encargos relativos a asuntos del pueblo, como:
                                   - Ir a buscar trigo para la Villa.
                                   - Viajes de Jurados.
                                   - Acarreos de piedra.
                                   - Viajes a personas para ser examinados “ de la jurisdicción”.
                                   - Letrados, documentos. N- Limpieza de la Cequia.
                                   - Viajes y dietas a los comisionados.
                                   - Paso de la Barca.
- Negociar tratos para el pueblo.
                                   - Trabajos en la Presa.


             Aparece la figura del “ Saludador”, en el mes de marzo de 1554, en que “ estuvieron ciertos perros dañados en el pueblo, mordiendo otros perros o puercos, de que les quedaba aire corrupto, y , para evitar aquel, tuvimos necesidad de enviar por el Saludador”. Se le dio, por el trabajo, 12 reales.
            Con este saludador, comieron el Alle y los Jurados, un menú compuesto por garbanzos, congrio, sardinas, aceite, huevos, lechuga, que montó todo 4 reales y medio, incluida la cebada a la cabalgadura y posada.
            Uno de los santos al que la Villa le tenía especial devoción era , San Gregorio, y, todos los años, venía un hombre que traía el agua de San Gregorio. Esta agua, la echaba un clérigo y un jurado por el término de la villa, en los campos de la caridad, había una misa, y una cena a la que asistían el Alle y los jurados, consistente, en tocino, carne, pan y vino. Este año de 1554, gastaron 13 tarjas y 1 gros.
            Parece ser que la devoción a San Gregorio se debe a algún favor, obtenido en la villa de Carcastillo, en aquellos años de peste.
Entre las tradiciones y costumbres existentes , entonces, en la villa, , habría que enumerar las siguientes;
            El día de San Marco, la gente del pueblo iba, en procesión, a San Román de Castiliscar. Los jurados acostumbraba llevar y ofrecer una candela de cera , de una libra de peso, que costaba 8 tarjas.
            Había costumbre de dar de comer a los clérigos, y, a los que en su mesa comían. La comida consistía, fundamentalmente, en carne de carnero y cordero, vino blanco o tinto.
            También se daba a la gente ese día vino blanco ( 5 cántaros).
            El día de San Marcos, los jurados se juntaban en casa del clavero( bolsero), después de la procesión, a hacer cuentas del gasto de aquel día, y tenían una comida, a base de lechuga, tocino y carne. Se gastó , en total, ( 1554) cerca de 200 tarjas.
            En la víspera de la procesión de Mayo, la gente iba , en procesión, a Santa Águeda de Mélida, los Jurados llevaban también, una libra de cera y la ofrecían, como era costumbre, en Carcastillo.
            En la Romería, Procesión a la Virgen de Ujué, se gastó un hacha de cera que pesó tres libras( a 8 tarjas la libra9,, y hubo una comida a los clérigos y a los que comían en la mesa: Se sacó en la comida, sardinas, queso, aceite, cebollas, habas verdes. 5 cántaros de vino blanco, 17 cántaros de vino tinto.
            También ese día( año de 1554), se llevaron dos cargas de leña para hacer fuego, para que la gente se secase, por lo que había llovido.
Aquel día, tuvo mucho trabajo, Baltasar de Alfaro, barquero, vecino de Murillo el Fruto, para pasar en barca a la gente         También los Jurados tuvieron comida en casa del Mayoral, para sacar las cuentas de los gastos del día de la Romería a Ujué..
                        Los gastos fueron: 232 Tarjas y 10 Blancas; en total, 17 reales.

                                   Era, también, costumbre en la Villa que los Jurados dieran a los Hidalgos, de los beneficios de las yerbas los términos comunes. Ese año de 1554, se le dieron a Pedro de Esparza, 3 ducados.

            El día 1 de agosto se celebraba en Carcastillo el día de  San Pedro “Ad víncula”; se echaba bando para que la gente limpiase, el día anterior, las calles, del barro, limo y piedras y para que acudiesen a la procesión que el pueblo realizaba al Mº de la Oliva, como lo tenía votado el pueblo. Entre otras cosas, los Jurados ofrecían a la Virgen un hacha de cera de tres libras.

                                    Había costumbre de que el Alle y los Jurados salientes ofreciesen al Alle y Jurados entrantes “ un yantar”” de pan, vino, carnero y cabrito y mil y otras cosas”. Esta comida costó este año 22 florines: ( 88 Reales).
El Alle cobraba de salario, en la Villa: 20 reales, de las rentas del pueblo.
            Los Jurados cobraban, de salario, 2 florines, cada uno.
            El Mayoral ( bolsero) cobraba otros dos florines.


                        RESUMEN: Del año de 1554-1555,

                                   Ingresos: 634 florines, 1 gros y 10 cornados.

                                   Gastos: 635 florines, 14 groses y 5 cornados.

            “ Las cuales cuentas fueron revisadas por Juan de Mendi, Alle, y sus Jurados”.

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