Txistulari del Mº de la Oliva: En la radiante llanada de la Ribera de Nabarra, álzase, desde el siglo XII un grandioso cenobio cisterciense de imponente arquitectura románica.
Una mañana de Junio de 1930 visitaba, lleno de emoción, el que esto escribe, ese portentoso monumento de religión, arte y patriotismo del pueblo basko. Antes de entrar en el gran templo abacial, examinaba atentamente los “ canecillos” cobijados bajo la cornisa que encuadra la elegante portada, y donde aparecen unas estatuillas de músicos tocando diferentes instrumentos. De pronto, una exclamación de sorpresa y alegría llamó la atención de sus acompañantes.
Había descubierto, entre las viejas estatuillas, un hombrecito sentado, tocando, con la mano izquierda, una pequeña flauta recta, y, con la derecha, hiriendo un delgado tamboril. Prescindiendo de la tosquedad y desproporción de la pequeña escultura, cuya cabezota es casi tan grande como todo el cuerpo, hay que consignar con satisfacción, que nos encontramos ante el “ Txistulari” más viejo de Basconia.
Portada ,fachada de la Iglesia Abacial del Mº de la Oliva.( foto sacada del libro" El Mº de la Oliva. Un estilo de arte para un estilo de vida.( José Maria Pérez L. y J,Mª Hernández B.).
Su flauta y tamboril, técnicamente considerados, son esencialmente los mismos instrumentos que ahora llenan de alegres sones nuestras montañas, y que entonces sonaban por las tierras llanas, donde se alza el admirable Mº de Nª Sª de la Oliva, en Carcastillo.
Es de admirar que el sencillo imaginero, autor de este txistulari, señaló con claridad los detalles técnicos de la flauta recia y tamboril: La rasgadura, en bisel, del orificio donde se parte el aire, llamada “Luz”, en esta clase de instrumentos de viento, y la cuerda tensora de los parches del tamboril. La exagerada estrechez de este, cuyo grosor no excede el de una pandereta, puede explicarse por la misma razón de toda desproporción estatuaria, exigencias de perspectiva o caprichos del autor.
Fundado el Mº de la Oliva en 1134, por el rey de Navarra y de” todas las Montañas”, García Ramírez, el Restaurador, construido por Sancho el Sabio, y terminado por Sancho VII el Fuerte en 1198, se puede asegurar que, a principios del siglo XII, el txistu y tun-tun ( flauta recta y tamboril), era instrumento popular, muy en boga por las tierras llanas del reino baskón.
Los imagineros siempre han tomado sus modelos de las personas de su alrededor que más hieren su imaginación. ¿ Representará esta graciosa estatuilla a algún afamado txistulari de la Ribera de Navarra, que, durante la construcción del monumento cenobio, alegraría las fatigas de los numerosos artesanos empleados en la construcción de Santa Maria de la Oliva?.
( Testimonio textual de un trabajo aparecido, creo que en la “ Enciclopedia Vasca?, sobre el txistulari del Mº de la Oliva). El Texto y el contexto evocan, por sí solos la emoción que siente el que comenta lo que ve.
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