La Oliva (Año 1808-1852) 1


                        En Carcastillo, la Oliva era dueña de los edificios donde vivía la Comunidad, lagares, molino de aceite, graneros, caballerizas, era de trillar y horno para cocer teja y ladrillo.
            Cultivaban casi 2000 robadas: 896 de regadío y 378 de secano, sembradas casi todas de trigo, en régimen de año y vez. Tenía plena jurisdicción, con 382 robadas de olivar y 350 robadas de viña en regadío. ( En el olivar disponía de más de 3.000 olivos).
            A renta, 324 robadas.
            2000 robadas de terreno inculto, con árboles, carrascos y fresnos, que podían mantener al año 1000 cabezas de ganado.
            De donaciones reales, poseía, en Carcastillo, un monte dividido en 8 partes o corralizas, donde podían pastar más de 10.000 ovejas.
            Esta era la propiedad más extensa, rica y a la vez motivo de permanente conflicto en Carcastillo.
            ( La Oliva, en un año normal,(1805), ingresó, por diezmos y primicias, 22.000 kgs. De trigo, 12.500 de cebada y 1.500 kgs. De vino.
            Sólo por la conducción de Carcastillo a la botica del Mº, este pueblo le pagaba 3.200 Kgs. de trigo al año.
            Los gastos también eran elevados:
                        - Manutención de la Comunidad. ( 30 personas).
                        - 24 criados de labranza: 600.000 robos anuales, pagos de censos: 3229r.
            Como Abad de la iglesia de la Villa, cobraba el Mº la mitad de las restantes décimas y la primicia por entero.


            Juan José Virto, hace estas reflexiones: “ Conocemos ya las fuentes económicas del Mº y las relaciones feudo-vasalláticas que todavía persistían, al empezar el siglo XIX, entre la comunidad cisterciense, con su Abad al frente, sobre la sociedad campesina del entorno. No extraña , pues, que sus riquezas fueran codiciadas por la burguesía navarra y miradas con repulsa por renteros, pecheros y vecinos de los pueblos circundantes. Porque la Oliva, gracias a los tres apartados de cosechas propias, diezmos y pechas, llegó a recolectar en 1805, nada menos que 121.000 kgs. De trigo, casi 37.000 de cebada, 55.600 litros de vino y 3.000 de aceite, como frutos de mayores beneficios para el Mº. Sin olvidar de los ingresos de alubias, lana, lino, corambre, rebaños propios y los 157 corderos diezmales que daban de comer a la comunidad y criados del Mº”.
A principios de 1805, todavía, en Carcastillo, nombraba el Mº alcalde, escribanos y demás ministros de justicia, lo mismo que Vicario, Beneficiados y Sacristán, en el aspecto religioso.
            Estaba, asimismo, en posesión de la Jurisdicción baja y mediana de esta villa y alrededores del Mº.

            1806 : Pechas que cobraba el Mº:
                                   - Zizur Mayor: 96 robos de trigo y 24 de avena.
-Caparroso: 400 robos de trigo y 155 reales vellón y 12  
                    maravedís vellón.
- Mélida: 4.30 robos de trigo y otros 40 de cebada, 37 reales           vellón y 26 mar. vellón.
                                   Carcastillo: 130 robos de trigo y 130 de cebada.

                                               Suma , en total, : 1202 robos de trigo. ( 26.444 kgrs.).
                                                                           240 robos de cebada. ( 4.320 Kgs).
                                                                           384 Kgs. De avena.
                                                                           193 R. Vellón.


            1808:
                        Los pueblos limítrofes, ahogados por las contribuciones francesas, no pudieron pagar las rentas y pechas.
                        Las continuas requisitorias en granos y alimentos exigidos a Carcastillo por los franceses, en 1808, obligó a este pueblo a echar mano de los diezmos depositados en el hórreo abacial de la Villa. El pleito posterior ante el Consejo Real, se fue demorando en cuantiosos gastos para las dos partes. ( Proceso); por fin, se impone el buen sentido y ambos litigantes acuerdan zanjar el pleito de forma amistosa. Carcastillo pagaría a la Oliva 350 duros en tres plazos .
           
            Juan Jesús Virto Ibáñez afirma que “ desde el Plan beneficial de 1808, al Mº se le rebajaron sus derechos, y pasó a cobrar la mitad de los diezmos y la mitad de los frutos primiciales de la Iglesia de Carcastillo. La otra mitad de la primicia recayó en la iglesia de este pueblo. Cobraba La Oliva por entero en Carcastillo los diezmos y primicias de las tierras que poseía en los términos de Arcaletes; también lo hacía por un Olivar en Campo Redondo, cuando lo sembraban los vecinos del pueblo. En las demás heredades de Campo Redondo, si eran sembradas por los vecinos, percibía la mitad del diezmo y primicia, y la otra mitad ingresaba en el hórreo de Carcastillo. Por los terrenos comunes, dentro de sus corralizas, obtenía las dos terceras partes de los corderos del diezmo, y la otra tercera entraba en el hórreo de Carcastillo. De este hórreo , a su vez, recibía el Mº las tres cuartas partes de los frutos allí depositados, a excepción de la citada hilarza, y lo restante, la catedral de Pamplona”.         
            En 1808 y 1809, el Mº fue repetidamente saqueado por los franceses, diseminándose la Comunidad,
Juan Jesús Virto  sigue afirmando que, por aquel entonces residía en el cercano pueblo de Mélida, Andrés Lizarraga, Comisionado del Mº de la Oliva, que afirma que, a causa de la urgente necesidad de la manutención de sus individuos el dinero en metálico se redujo considerablemente. Por tanto, cuando el estado se incauta del Mº, recoge sólo una pequeña parte de las supuestas riquezas en bienes mobiliarios.

            De todas formas , Andrés Lizarraga hizo también un inventario de los Bienes de la Oliva y de los gastos del Mº, según consta en el A.G.N..
            Lo que sí es cierto que el Mº de la Oliva poseía grandes extensiones agrícolas alrededor del cenobio, aunque los réditos de los capitales tomados en préstamo los tenía que pagar ahora el Estado.
            Juan Jesús Virto añade que el ejército francés, en 1809, había encomendado la vigilancia de la Oliva al Vicario de Carcastillo, y éste a un criado de la Abadía, si bien se reconoció a Fray Andrés de Lizarraga como administrador del edificio del Mº.
            Mientras tanto, sigue J.J. Virto, “ los monjes seguían viviendo en los pueblos vecinos, a la espera de que se les prometiera seguridad a sus personas y se les dejara habilitar sus celdas. De los 23 monjes que que formaban la Comunidad , en 1808, más dos que se hallaban fuera de Navarra , como confesores de monjas, 20 de ellos prestaron juramento a José I y tres no lo hicieron por enfermedad”.
            Parece que, en 1809, por orden gubernativa, paso, el Mº, a ser administrado por el Ayto. De Carcastillo. Las fincas rústicas, trabajadas en el Mº son tasadas el dos de diciembre, por orden de la real Hacienda. Los peritos calculan que , por el arriendo de estas tierras, pueden obtenerse 66.678 reales vellón y 9.800 kgs. de trigo. A estos ingresos para el estado, deberíamos sumar las pechas que el nuevo amo seguía cobrando a los pueblos, y los frutos y las rentas obtenidas en el Reino de Aragón.

            En 1809, los peritos tasadores tasaron el arriendo de las tierras en 446 robos y medio de trigo( Negocios Eclesiásticos( 1801- 1809), Leg. 7-29 ,A.G.N..

            En 1811, ( Fondo Monasterios, La Oliva, leg. 4-83). Traslado de los efectos existentes en el extinguido Mº de la Oliva, que se entregaron a la Villa de Carcastillo, en 22 de setiembre de 1811, por orden del Gobierno de José Bonaparte.

            En 1814, los documentos de la devolución de 1814 en el A.G.N., Fondo Monasterios, La Oliva, legajo 10-187, los bienes de Aragón son entregados en Ejea al P. Prior de la Oliva el 30 de junio de 1814. ( Bienes que el Mº poseía en Cambrón, Ejea y Biota).
            En 1814, vuelve Fernando VII y supone el retorno de  los exclaustrados a sus respectivas comunidades, por efecto de la real orden de 21 de mayo, que ordena se entregue a los Regulares sus conventos y propiedades.

10 de Junio de 1814: Devolución a los Monjes de bienes en presencia del alcalde de Carcastillo. Por delegación del intendente y un sacerdote del Murillo el Fruto, como representante del obispado. Ante las puertas del Mº y, en alta voz, el escribano da lectura al Real decreto, y , a continuación, el padre Prior, con grandes muestras de regocijo. “El abrió las puertas de su portería e hizo igual diligencia con las de la iglesia de dicho Mº, palacio, cillerería y otras de él. El ritual prosigue en las huertas anejas al Mº, donde el P. Prior , se paseó por todas ellas, rancó yervas, tiró tormos, rompió sarmientos y ramas, e hizo con alegría y contento otros actos varios de verdadera posesión”.
            Unos días más tarde, el Administrador del Crédito Público del Partido de cinco villas entrega al P. Prior los bienes que el Mº poseía en Cambrón, Ejea y Biota.
            Los Monjes retornan al Mº. Emprenden la tarea de habitar el edificio y adecentar la iglesia. Para ello, la Comunidad vendió el Molino de Mélida, el pozo de la sal de Salinas de Monreal, dos casas en Carcastillo, buena parte de la hacienda de Tudela: Total,, 76.000 reales fuertes. De arriendo en hierbas y aguas, en 1814: 10.000 reales fuertes.
            Verano de 1814: Apenas entró cosecha de trigo y cebada en los graneros del Mº y de los diezmos y primicias de Carcastillo, sólo le pertenecía la parte correspondiente a los siete últimos meses del año. Para la reparación de la fábrica del Mº, tuvo que gastar 11.000 reales fuertes. Tienen que vender la granja de Cambrón, en Sádaba, por 12.000 escudos( 112.942 reales fuertes), al igual que otras fincas rústicas y urbanas, en Carcastillo, Santacara y Tudela. ( En Carcastillo, se vende una casa en 1.760 reales, los sitios inmediatos a la casa , llamada del P. Ullate, en 231 reales, 11 robadas de llecos entre las viñas y un corral en 626 reales.( Fondo Monasterios. La Oliva. Leg. 29-533 pgs, 41 y 42).
           
            Llegaron a la Oliva cuadrillas de peones, canteros, serradores y carpinteros. Se compran pinos y álamos, tablas de Castilla, herramientas diversas, clavos, hierros y cerrajes y se traen de Bilbao 400 cristales. Todo ello con un costo de casi 11.000 Reales fuertes, cantidad similar a lo cobrado por el arriendo de las Corralizas.
           
            Año de 1815:
                         Se adquieren 174 cabezas al Cabildo de Carcastillo por 7.717 robos. Los gastos ocasionados en 1814 obligan a desprenderse de nuevas tierras en 1815. La más valiosa de todas ellas, la granja de Cambrón, en Sádaba, se vendería por 12.000 escudos. Se vendió en novbre. De 1815 a Miren Alexandro Riglos, beneficiado de Uncastillo, ( 12.000 ducados hacen, 112.942 reales, 4m.v.). De esta cantidad, el P. Cillerero, sólo recibe para gastos16.794 reales fuertes, el resto fue dedicado a la luición de censos y pago de las deudas que había contraído el Mº con los proveedores de artículos. Algo debió de sobrar, porque ese mismo año Iranzu toma de la Oliva un censo de 42.500 reales sencillos al 5%. ( AGN. Fondo Monasterios, La Oliva, leg. 29-533).
 
            Año de 1816:
                        Se opta por arrendar las fincas de cereal a varios vecinos de Carcastillo. ( Estos vecinos debían pagar por el arriendo, 480 robos de trigo anuales).
            Se vende otra casa en Tudela, la casa de la Bodega.
            Pese a la entrada de tales ingresos extraordinarios, hubo que sacar del depósito 28.000 reales fuertes para intentar salvar el presupuesto del año de 1816, que todavía cierra sus cuentas con un déficit de casi 12 reales fuertes. Un exceso de gastos de la Oliva se podía permitir tranquilamente, bien respaldado como estaba el Mº, por sus campos de cultivo y pastos.
            Cuando los Monjes vuelven a la Oliva, se hallan en plena posesión de sus hierbas, pero carecen de ganado para su aprovechamiento. Por ello, el Mº fue comprando en los años siguientes, cierta cantidad de cabezas( corderos, carneros viejos, carneros quatrimudados, con lana o sin ella, irascos y ovejas viejas) de los rebaños herbagantes de verano.
           
           
Año de 1817:

                        Los Monjes han retornado a su Mº. Son 21; con ellos, vuelve la vida de trabajo y oración a estas tierras. La Comunidad emprende la tarea de hacer habitable el edificio y de adecentar la iglesia.
                        Para conseguirlo, en meses posteriores, y, ante la escasez de fondos, la Comunidad venderá el Molino de Mélida, el pozo de sal en Salinas de Monreal, dos casas en Carcastillo y buena parte de la hacienda de Tudela, por los que obtienen, libres de gastos, 76.000 reales fuertes.
                        Esta cantidad, más los 10.000 reales fuertes que recibe el Mº por el arriendo de hierbas y aguas, representan la mayor parte de los ingresos.
                        Se abastece a los franceses que de San Sebastián van a Zaragoza a defenderla. El Mº les suministró: 100 reales de pan, 280 cántaros de vino, 60 reses de lana y pelo, 30 robos de cebada. El Mº pagó por un rebaño 11.516 reales fuertes.
           
            Año de 1820:
                                   Durante el Trienio Constitucional ( 1820-1823), el Mº, con sus rentas y propiedades pasó otra vez a poder del Estado. Esta desamortización duro tres años; a cambio, los Monjes recibían un pequeño sueldo, que muchas veces llega con retraso.
            Año de 1821:
                        El 28 de febrero, la Comunidad fue exclaustrada. Los bienes fueron expropiados y vendidos.

            Años de 1822:
                        El estado vendió buena parte de sus bienes. Los bienes vendidos fueron: 31 robadas 4 almutadas de huerta, 293 robadas 14 almutadas de viña, 375 robadas 1 almutada de olivares y 1228 robadas 6 almutadas de tierra blanca.

Los adquirientes de Pamplona y Tudela. Quedaron sin vender los sotos y arboleda del río Aragón y las Corralizas. Los peritos tasaron las rentas que se podían exigir por las Corralizas y los Comunes, más el común de la Presa, Chativa y Aperregui, en 23.290 robos.( H. Marín).

            Las corralizas siguieron arrendadas, y algunas fincas en Carcastillo, de escaso valor. ( En Carcastillo, quedó sin vender una casa donde vivía la ropera de la Abadía y un granero, donde se recogían los diezmos de la villa y dos descampados o corrales).

            Los años del Trienio Constitucional marcó la vida de la Comunidad cisterciense. El P. Cillerero nos ambienta el momento histórico: “ Para que los Monjes venideros no extrañen la falta de cuentas en los años de 1.820, 21 y 22, , se advierte que , en el año de 1820, se levantó un nuevo Gobierno, llamado la Constitución, destructor de la Iglesia, del Trono y de Orden, nos extinguieron a los Monacales contra la voluntad del Papa Pío VII, vendieron la viña, olivares, tierras de pan-traer, y cargaron con todo el mueble".

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