Reyerta entre gitanos y payos en Carcastillo. (Año 1590)

Repasando en el Archivo General de Navarra, encontré una referencia , en el libro de” Rincones de la Hº de Navarra” de Florencio Idoate, Archivero oficial del Archivo General de Navarra, sobre un episodio, acaecido en los alrededores de Carcastillo, entre Gitanos y Payos, a finales del siglo XVI, y me ha parecido oportuno trasmitirlo, como un hecho aislado.( Digo aislado , porque no tiene que ver nada con la Etnia gitana que convive desde hace muchos años en nuestro pueblo). A. Villafranca L.). Carcastillo:

Una expedición contra los Gitanos. ( Año 1590) F. Idoate.

Los pueblos han tenido que defenderse de los Gitanos por todos los medios, sobre todo en algunas comarcas estratégicas, como Las Bardenas, donde estos encontraban refugio casi seguro. Todos los pueblos temían el paso de nutridas familias de gitanos.
El 7 de julio de 1590, una de ellas, compuesta de unos 50 gitanos, se habían refugiado en un pajar del Mº de la Oliva. En Carcastillo, estaban muy quejosos de esta gente porque a algunos les habían quitado varios animales y muchos encontraron desvalijados los repletos arcones de su casa.
Otros habían sido robados en los caminos, y los pastores les tenían verdadero miedo. Dos Roncaleses se quejaron ante el alcalde del pueblo, Sr. Azcoiti, haber sido atropellados por varias gitanas, diciéndoles la Buenaventura, y, así, abrazándoles, les habían sacado 4 ducados de la faltriquera.
Se organizó una batida, y el alcalde fue con 20 valientes a cazar a los gitanos en su guarida. Al verse superiores los gitanos, decidieron dar cara a sus atacantes, con espadas, arcabuces y carabinas, y, a pedrada limpia. . Su jefe, Mella,, les animaba a la defensa, montado en su caballo blanco. Pronto quedaron fuera de combate tres de Carcastillo, pasando a casa del Cirujano.
Menos mal que, en el momento más crítico, apareció el Abad y los Monjes que se interpusieron entre los dos bandos y terminó la pelea, tomando los gitanos el camino de la Bardena.
Los de Carcastillo recogieron a sus maltrechos compañeros y volvieron derrotados a sus casas, dispuestos a la venganza.
Se dio aviso a los de Caparroso, Mélida y Sádaba, para que acudieran, al día siguiente, en persecución de los huidos, como lo hicieron con toda puntualidad; pero, fue en vano, pues los gitanos se habían alejado, a uña de caballo, hacia la Sierra de Peña.

El Marqués de Córdoba, Virrey de Navarra, con acuerdo del Consejo Real, dio orden a los pueblos afectados por la plaga, ( Beire, Pitillas, Carcastillo, Mélida, Caparroso, Villafranca, Caderita, Valtierra y Arguedas), para que el 28 de ese mismo mes de Junio se juntasen, con objeto de hacer un reconocimiento minucioso de la Bardena. El punto de reunión sería la ermita de Santa Margarita y fueron también avisados los de Tudela, Fustiñana y Egea. Los gitanos que fueran atrapados debían ser traidos a las cárceles reales. Este procedimiento de autodefensa era el único posible en aquellos pueblos.

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