Día de la Bardena en Carcastillo

Estos dos escritos sobre el día de la Bardena en mi pueblo, no pretenden más que reflejar lo que experimenté directamente y trasmitirlo a mis paisanos. (Anto
Día de Las Bardenas.(1).CARCASTILLO.
            ( Septiembre 2004).
           



No sé por qué, me atrevo a hacer de “ Corresponsal” ocasional, de estos dos días, 18 y 19 de septiembre, pero, os aseguro que es algo espontáneo, que sale de dentro de uno.
           
            18 de Septiembre de 2004:

                                   El día aparece, un tanto frío, con un cielo azul, límpido, claro y esperanzador. En el cruce de carreteras hacia Cáseda, Sádaba, comienza el desfile de coches, procedente de los pueblos circundantes. Todos anhelamos, con ansiedad relativa, dirigirnos hacia “ El Paso”( Muga de las Bardenas), para contemplar( nunca mejor dicho), el paso de las ovejas que van a entrar a pastar, en territorio bardenero, hasta Mayo del año siguiente.
            Hacia las 7’30 de la mañana, llegamos al lugar indicado. Numerosos coches están estacionados ya, a los lados del carretil. El Monumento al Pastor, esculpido por Loperena, se yergue dominando el horizonte y contemplando lo que ocurre, yo creo, un tanto emocionado de ver tanta gente, después de haber meditado, en su soledad, durante unos meses, sobre el paisaje, rugoso, seco y blanquecino, amenizado, eso sí, por los tractores que discurren durante el año, en sus labores de labra, siembra y recolección.
            Es bonito contemplar a la gente, que se arremolina junto a la Cabaña de los Guardas, 

en la Muga, y a los rebaños, esperando todos, por “ Cabezas”, la salida del sol, por “ Los Rincones”, para comenzar su entrada en territorio bardenero. ( Este año a las 8 horas, siete minutos).
            Al ser sábado, este año se han desplazado más personas a presenciar este acontecimiento. Los protagonistas, los Pastores, con su ganado, La Comunidad de Bardenas, que, este año, ha ofrecido, junto con los “ Regidores del Ayuntamiento de Carcastillo, migas, chistorra ( salchicha), pan y vino, para todos los que han tenido a bien acercarse a degustar este almuerzo reconfortante mañanero.
            Junto a los vecinos de Carcastillo, Congozante de las Bardenas Reales, dos autobuses procedentes del Valle de Salazar y Roncal. Gente de Ochagavía, pueblos circundantes, Garde , Vidángoz, Roncal, Isaba....., han querido estar presentes, una vez más, para testificar su estancia permanente en las Bardenas, desde el año 882, como primeros congozantes en el tiempo.(No en vano, de los Valles de Salazar y Roncal, desde tiempo inmemorial, provenía el mayor número de ganado trashumante, hacia las Bardenas). Lo dice la jota bardenera: Qué baja blanca la lana-y oveja que al puerto sube- las mocicas roncalesas( salacencas)-hacen buenas riberanas.
            A la derecha de la cabaña de los Guardas, en la muga,” Chirimendía”. Tiene hoy un aliciente más. Muchos niños, jóvenes y mayores se han subido a su  “lomo”. Pienso que se siente reconfortado, al ver que sirve para algo más que ser” un monte de cuñas, estacas”( del vasco Ziri. Variante de Zuri( blanco) o, un “monte de lentejas”, del vasco “Txindila”( Lenteja), según los expertos en Toponimia.
            Mientras tanto, comienza la entrada de los rebaños. El Consejero de Medio Ambiente es, este año, el encargado de lanzar el tiro de escopeta que da entrada a los rebaños, que posteriormente, se irán desparramando, por la Bardena Blanca, primero, conducidos por sus Pastores, perros, chotos y pollinos( en algún caso), al lugar, ya indicado de antemano, a cada rebaño.
Parece que Las Bardenas se alegran y comienzan a adquirir más vida, al tener más compañía, durante estos nueve meses venideros. El Sol aprieta con fuerza, este 18 de septiembre, y penetra con sus rayos, en la arrugada corteza de la Bardena Blanca, rebotando en el cielo azul de este acogedor día pre-otoñal.
            Al final, uno se queda con un buen sabor de boca, al ver que la trashumancia ha servido para hermanar a pueblos, a lo largo de la historia, y que este hermanamiento surge de manera espontánea.
            Mi deseo que este día se celebre, todos los años, todavía con mejores augurios, y un saludo especial para los amigos de Salazar y Roncal.

                                                           Antonio VillafrancaLecumberri




Día de las Bardenas.(2). CARCASTILLO.

            Día 19 de Septiembre de 2004

                        Aparece un día esplendoroso, pre-otoñal. Hay una frescura especial en el ambiente. Apetece dar un paseo hacia el Monasterio de la Oliva, escuchando, a la vez, las noticias de la radio, y charlando con algún que otro paseante madrugador mañanero. A la derecha del paseo, en lontananza, bajo un cielo límpido y claro, se vislumbra una cortina de niebla, detrás de los maizales, a ras del suelo, paralelo al camino que recorre el río Aragón, desde Campo redondo hasta el Monasterio.
                        Todavía quedan flotando en el ambiente las notas del concierto lírico, celebrado ayer en el marco incomparable de la Iglesia del Monasterio del Cister. Me consta que ha sido un concierto lírico inolvidable, bajo la dirección de Ricardo Visus. Profesor-Tenor y paisano nuestro.
            De vuelta del paseo, a la entrada del pueblo, después de saborear el agua fresca de la fuente de San Juan, se empieza a escuchar la Diana de la Banda Municipal de Carcastillo, este año reforzada por los músicos Txikis, que anuncia el comienzo del 2º día de las Bardenas.
            Detrás de la iglesia, se dispone a salir la comparsa de gigantes, con sus réplicas en pequeño, al son de la gaita, interpretada por los Gaiteros de Carcastillo, que se eleva vertical hacia el cielo, acompañando con su sonido armonioso e impecable los trinos de golondrinas y gorriones y el deambuleo incesante de las palomas callejeras.
            Es bonito observar la danza de los gigantes, en su marcha hacia la Calle Mayor, en hilera, haciendo juego con sus ropajes limpios y su colorido, con el día fresco y diáfano. No en vano, los componentes de la Peña, llevan muchos años, danzando por las calles del pueblo, cada vez con más finura y elegancia.
            Mientras, en la Calle Mayor y Calle del Rosario, hasta el cruce de las carreteras a Cáseda, Sádaba, van apareciendo los puestos del Mercado de Artesanía y degustación de los productos de la tierra navarra; todo ello amenizado por payasos y saltimbamquis, que, con sus zancos, hacen la delicia del público infantil.
            A las 11, las campanas de la Iglesia de San Salvador, invitan, con sus toques característicos, a los vecinos a la Misa Dominical.
            A la salida, en la Placeta del pueblo, se prepara la exhibición del Deporte Rural, con Aizkolaris, levantamiento de fardo, y arrastre de piedra por bueyes.
            A mediodía, la calle Mayor, aparece abarrotada de gente. Comienzan a venir los vecinos bardeneros de los pueblos congozantes, a ver y degustar los productos artesanos. Una parada obligatoria, en el cruce de carreteras, a saborear el puesto de queso, remojado con vino tinto,”azul y garanza”, con que el Ayto. de Carcastillo y la Comunidad de Bardenas, han querido ofrecer a los vecinos y congozantes de las Bardenas. Y, como no, dando vistosidad y colorido al ambiente la comparsa de gigantes y Gaiteros del pueblo.
             A la 13’45, la gente va desfilando hacia el Patio de las Monjas, a saborear la comida preparada por la Comunidad de Bardenas, al precio módico de 10 euros, y con un menú más que apetecible: Pochas, a la navarra, Ensalada, Corderico de la tierra, asado, con patatas, helados, vinos, cava, café y licores.
La organización es perfecta, la comida también. Es hora de charlar con amigos y conocidos del pueblo y de fuera. Al final, como postre “especial”, un café concierto, amenizado por el grupo “Armonía”, con canciones de antaño, que animan a cantar y bailar a la gente y que hacen que el tiempo transcurra con rapidez.
            En la salida, para ver el encierro de vacas, se oye desgranar alguna que otra jota bardenera.
            Poco a poco, terminadas las vacas, el sol comienza a ponerse en el horizonte rojizo, un poco antes, y los primeros anuncios del anochecer, aceleran la marcha de los que se tienen que desplazar a otras localidades.
            Se cierra la jornada dominical. Queda una sensación de paz y bienestar, por el día tan bonito y agradable que  hemos pasado.

                                                           Antonio Villafranca Lecumberri

2 comentarios:

Jc Isla dijo...

Muy buena crónica Antonio, desconocía los detalles de estos días en los que se inicia la trashumancia hacía las Bardenas, te animo a seguir con tu Blog.

Jc Isla dijo...

Muy buena crónica Antonio, desconocía los detalles de estos días en los que se inicia la trashumancia hacía las Bardenas, te animo a seguir con tu Blog.

Publicar un comentario